¿Qué son las Fake News?
El término “Fake News” o en español “Noticias falsas” lo que en sí, ya es un error. Desde el
punto de vista comunicacional o social, las Fake News tienen por objetivo desinformar a la
población o bien, a un grupo determinado de personas.
De acuerdo a informe Interino preparado por parte del Comité Digital, Cultura, Medios y
Deporte (Digital, Culture, Media and Sport Committee) de la Cámara de los Comunes del
Parlamento Británico, sobre desinformación y fake new, la Dra. Claire Wardle, directora ejecutiva
de la ONG, define las noticias falsas como aquellas creadas con fines de lucro u otros beneficios,
difundidas a través de programas patrocinados por el Estado o por medio de la distorsión
deliberada de los hechos, por grupos con una agenda particular, incluido el deseo de afectar
elecciones políticas.

CAMBRIDGE ANALITICA -TRUMP Y EL BREXIT
Los graves problemas que acarrean las Fake News son, particularmente, desde el ámbito político y social. Basta recordar lo ocurrido hace un par de años ya, con el escándalo de Cambridge Analítica (CA en lo sucesivo) y el impacto que tuvo en la decisión del Reino Unido de abandonar la Unión Europea (Brexit), así como en la elección de Donal Trump, en su primera campaña presidencial. En ambos casos se descubrió la intervención de CA en la divulgación de noticias falsas, a través de redes sociales, particularmente Facebook, usando el acceso que éste le dio a los datos de los usuarios, datos que habían sido obtenidos con otros fines y eso le costó caro a Facebook, en lo legal y en lo comercial, puesto que tuvo una pérdida de valoración de la empresa de USD37.000.0000.- De esa manera dirigiendo campañas mediante el uso de Fake News en dicha red, CA logró obtener la victoria para sus clientes.
Lo que realizó CA fue generar estas Fake News, a través de campañas en Facebook y que redireccionaban a blogs o grupos privados en esa red social que, al ingresar a ellos, se les bombardeaba con tal información para obtener un cambio en su parecer respecto de un candidato o decisión política, mediante teorías conspirativas y dándole a entender que los medios de comunicación tradicionales simplemente le ocultaban lo que estaba ocurriendo. 1
COVID 19, UNA PANDEMIA DE FAKE NEWS
Sin embargo, las Fake News no son sólo propagadas en Estados Unidos o Europa, nuestro país y Latinoamérica ha sido presa de ellas también.
1 Para quien quiera adentrarse en el tema de Cambridge Analítica recomiendo el libro de Christopher Wylie
llamado Mindfuck. Wylie fue el denunciando de Cambridge Analítica y quien destapó el escándalo. De igual
forma, en Netflix “El Dilema de las Redes Sociales”, que trata el mismo tema, desde el punto de vista del uso
indebido de los datos de los usuarios de las redes sociales.
Recordemos lo ocurrido durante la Pandemia derivada del Covid-19 en donde abundaron las noticias falsas sobre supuestas vacunas que prometían mejora o inmunidad o bien que su uso provocaba graves enfermedades. Lo mismo respecto del uso prolongado de la mascarilla o el caso de las comunas que entraban o salían de cuarentenas. Lo mismo ocurrió respecto del contenido de la propuesta de Nueva Constitución en donde se viralizaron artículos inexistentes o redacciones diferentes al texto que se sometería al plebiscito para su aprobación o rechazo.

HIPERCONEXIÓN, DATOS PERSONALES Y DESINFORMACIÓN
Como se señaló anteriormente, más que notificas falsas, derechamente se trata de
campañas de desinformación.
El problema es que hoy en día, en una sociedad digital hiperconectada, las noticias falsas
se propagan seis veces más rápido que las verdaderas. La frase no es nuestra, aparece como una
cita de un estudio publicado en 2018 por el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT, por sus
siglas en inglés), en Estados Unidos.
Según el documental comentado, “El dilema de las redes sociales”, las noticias falsas
tienen un alcance ampliado en las redes gracias a la "paranoia" de mantener a los usuarios
expuestos a los anuncios.
"Creamos un sistema que privilegia la información falsa (…) porque la información falsa
rinde más dinero a las empresas que la verdad", señala uno de los entrevistados.
Quienes mal usan las redes sociales a través de la propagación de noticias falsas saben que su “campaña” tendrá éxito por que hoy en día además de encontrarnos en una sociedad hiperconectada, en muchos casos, nos encontramos frente a adictos a las redes sociales, quienes buscan están permanentemente conectados, por miedo a perderse algo que esté ocurriendo y no ser parte de ellos. En inglés el término se conoce como “FOMO”, Fear of missing out. Autores como Simon Sinek refiriéndose a la adicción que generan las redes sociales, en el caso de los menores de edad y el uso por parte de ellos, lo equipara a entregarla una botella de vodka y pedirle al púber que “solucione sus problemas”.
Por lo demás, como se realiza generalmente desde el anonimato y a través de redes
sociales, el costo de desinformar, tanto de desde lo monetario, como desde la responsabilidad
penal eventual en la cual se podría incurrir, es mínima, por lo que no existe desincentivo para
dejar de hacerlo.
De lo segundo que se aprovechan los divulgadores de noticias falsas es de nuestros datos,
sea que hayan sido obtenidos de manera ilegal a través de redes sociales como Facebook en el
caso de CA o bien porque simplemente los “regalamos” a quien nos piden nuestros datos para una
encuesta, un premio o simplemente para realizar una compra en un centro comercial.
No existe conciencia de lo privado que son nuestros datos personales y del que debemos
compartir en casos que sean necesarios, simplemente nos requieren de toda nuestra información
y ni siquiera lo cuestionamos.

CONCIENTIZACIÓN DIGITAL LE GANA A LA DESINFORMACIÓN
Desde mi experiencia como asesor de empresas y personas en torno a la culturización y cuidado en el uso de redes sociales, el estar preparados como sociedad para reconocer cuando se trata de una noticia falsa, primeramente debemos culturizar a nuestros ciudadanos, entregándoles las herramientas que les permitan no sólo navegar en la internet de manera segura, sino que además enseñarles a identificar tales noticias falsas, que no deben ser compartidas ni difundidas y denunciarlas o poner en alerta a sus contactos y cercanos respecto de ellas.
Por otro lado, urge como ya lo hemos señalado en otras columnas, que se promulgue y
publique la nueva Ley de Datos Personales para que exista un mayor control del uso de los datos
que realizan las empresas respecto de los particulares y se apliquen las multas cuando exista un
uso indebido de ellas. Sin lugar a duda, aquello desincentivará ese tipo de campañas de
desinformación, muchas de las cuales incluso son financiadas por los propios políticos o aspirantes
a puestos de elección popular, como lo ocurrido con Donald Trump.
Un proyecto de ley en Australia prevé multas de miles de millones de dólares para los
gigantes tecnológicos que fracasen en su lucha contra la desinformación. En caso de ser aprobado
el texto, Facebook, Google, Twitter, TikTok y las plataformas de pódcast podrían recibir multas de
hasta el 6% de sus ingresos mundiales.

La Autoridad Australiana de Comunicaciones y Medios (ACMA), un organismo de vigilancia
gubernamental, aumentaría sus capacidades para obligar a las empresas a impedir la difusión de
información falsa y evitar que estos contenidos se rentabilicen.
En Chile, hace unos días se publicó en el Diario Oficial la creación de la “Comisión Asesora
contra la Desinformación” cuyo objeto será asesorar al Ministro o Ministra de Ciencia, Tecnología,
Conocimiento e Innovación y al Ministro o Ministra Secretario(a) General de Gobierno, en los
aspectos que permitan analizar el fenómeno global de la desinformación y su manifestación a nivel
local en Chile.
Diversas críticas ha generado la medida, una de ellas es que no fue discutida en Congreso
Nacional como Proyecto de Ley y fue creada en uso de las Potestades Reglamentarias que detenta
el Presidente de la República.
Lo peligroso de lo anterior y que no sea sometido al conducto regular, mediante la creación de una ley y que luego se establezca un órgano de control y ejecución es que se cuestiona la legitimidad y la posibilidad de dar uno uso indebido a la Comisión. Algunos han planteado incluso una especie de censura o que se cuartaría la libertad de prensa por un lado y, por otro lado, una interpretación antojadiza de los hechos por parte de órganos de carácter político, como ocurrió con el caso de la ONG en Antofagasta, en actual investigación por eventual fraude fiscal, malversación de fondos públicos y tráfico de influencias es que, por parte de políticos del partido involucrado se le llamó un error o desprolijidad, cuando en definitiva, los hechos son constitutivos de delito. Otro caso es el del padre de un político acusado y formalizado por abusos sexuales a menores, se señaló que se trataría de una vendetta política, por tratarse del padre de un Senador de un partido de oposición, cuando en realidad existen videos y testimonios que dan cuenta de tales delitos. De hecho, la Fiscalía solicitó la prisión preventiva contra tal agresor sexual, el Juzgado de Garantía la concedió, medida que fue confirmada por parte de la Corte de Apelaciones.

Ambos ejemplos, provenientes de distintos sectores políticos, constituyen en definitiva
actos de desinformación, los cuales buscan librarse, al menos frente a la opinión pública, quienes
son los que los eligen, de la responsabilidad penal o civil que puedan revestir tales hechos y que
conlleva una perdida de credibilidad que trasunta en definitiva en las elecciones.
Mark Twain anticipó hace más de cien años, mejor que nadie lo que hoy son las fakes
news y su impacto en redes sociales cuando señaló: “Una mentira puede viajar por medio mundo
mientras la verdad está poniéndose los zapatos.” 2
2 Original: A lie can travel half way around the world while the truth is putting on its shoes ― Mark Twain